Ya sean distancias cortas o trayectos de mayor distancia, y aunque por la noche haya menos tráfico, es necesario tomar consciencia de que la conducción nocturna trae aparejados una serie de riesgos. Tales riesgos se encuentran relacionados, principalmente, con la disminución de la capacidad visual y el cansancio.
De noche, las probabilidades de sufrir un accidente se incrementan si quien conduce no está bien descansado. No obstante, los riesgos se pueden prevenir tomando algunas precauciones:
- Controlar la velocidad de circulación. Aunque el tráfico sea menos denso durante la circulación nocturna, eso no implica dejar espacio a pisar con más fuerza el acelerador. Es necesario estar atentos a todo lo que pueda suceder alrededor, para ser capaces de parar el vehículo dentro del campo de iluminación ante cualquier imprevisto.
- Respetar siempre los límites de velocidad. Se deben seguir las indicaciones de las señales de tránsito que indican la velocidad de conducción, tanto mínima como máxima, y adaptar el ritmo de circulación a la iluminación que haya en la zona. Estas son acciones esenciales para evitar riesgos al volante.
- Al conducir de noche se requiere prestar mayor atención a los espejos retrovisores. Para poder reaccionar rápido ante cualquier imprevisto, es preciso aumentar la vigilancia y tratar de no utilizar nada que pueda aumentar la distracción, por ejemplo, un teléfono celular. Además, está prohibido usar el celular al conducir, lo que es motivo de multa ya que aumenta el riesgo de provocar accidentes.
- Si se va a conducir por un tramo largo, el buen descanso previo es fundamental, especialmente durante la noche. Conducir a altas horas reduce la visión, potencia la dispersión, y esto aumenta si quien conduce está cansado o mal dormido. Si este es el caso, mejor hacer un alto y descansar un poco antes de retomar el volante.
Sugerencias para mejorar la conducción nocturna
Uno de los aspectos fundamentales para conducir de noche es tener una visión bien clara. Para ayudar a esto, es necesario revisar la limpieza de los faros y los cristales, ya que ello garantiza una mejor visibilidad.
Además de la limpieza, es indispensable revisar periódicamente la iluminación del vehículo, para así asegurarse de que todas las luces funcionen correctamente. Estar atentos servirá también para evitar una multa porque no funcione algún faro.
Si se va a conducir por ruta, se debe respetar el uso de las luces altas y bajas que se indique en la señalización. El buen uso de las luces altas evitará encandilar al conductor que viene de frente, y es fundamental para no enceguecer la vista desde los espejos del vehículo.
En el caso que el vehículo que viene en dirección contraria sea quien nos encandile, es mejor aminorar la velocidad, permanecer próximos a la línea derecha del carril y girar ligeramente la cabeza hacia la derecha para conseguir una mejor visión. También se puede reducir la iluminación en el interior del vehículo, ya que cuanta menos luz haya en el interior, mejor se podrá ver lo que sucede afuera.
Seguridad Vial en el manejo nocturno
Para ser buen conductor se necesita práctica, y no todas las personas están listas para conducir de noche de un momento a otro. No siempre se podrá anticipar una situación de riesgo al volante, pero se pueden adquirir buenas prácticas de manejo que ayuden a tomar decisiones acertadas. De este modo, se podrán resolver más fácilmente las múltiples situaciones que puede tener que enfrentar el conductor de un vehículo.
Al conducir de noche, la percepción del camino se puede ver modificada considerablemente, aunque sea un recorrido conocido por quien conduce. La iluminación es diferente porque se encuentra reducida, los límites de velocidad también se modifican durante la noche, y se debe sumar a esto el comportamiento de los demás conductores.
Por otra parte, si un conductor conduce de noche con las luces bajas encendidas por un camino o ruta que no posee otro tipo de iluminación, en condiciones normales solo podrá ver peatones, ciclistas o animales como obstáculos oscuros recién cuando se encuentre a unos 35 metros de ellos. En este caso, si un conductor circula a unos 80 km por hora, y se cruza en el camino con uno de estos obstáculos, la distancia y el tiempo de frenado no será suficiente para evitar un choque, o se deberá realizar una maniobra brusca para intentar evitarlo, lo que puede comprometer a otros conductores. Esto se verá más complicado si hay llovizna o agua sobre la calzada.
Para manejar de noche se deben tener en cuenta las limitaciones y los riesgos adicionales que representan estas condiciones para el manejo.
Uno de los datos a considerar es que el ojo humano, frente a un encandilamiento, precisa de 8 segundos al menos para recuperarse y poder ver normalmente. Esto es importante ya que durante los primeros tres segundos la ceguera es total y, en ciertos casos, 3 segundos pueden ser mucho tiempo.
Los riesgos al volante son muchos, pero adoptando buenas prácticas se puede conducir con seguridad. Es necesario contar con una adecuada protección de seguros de auto que respalde los eventuales riesgos a los que se expone un vehículo. Sitios como Comparaencasa.com son recomendados porque permiten cotizar online, comparar precios de aseguradoras y tipos de cobertura, y contratar online en minutos, obteniendo grandes descuentos.
Las buenas prácticas al volante son responsabilidad de todos los conductores. Aplicarlas a la conducción cotidiana ayudará a reducir los riesgos de accidentes.
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