Anteriormente en el blog, subimos una nota sobre los sistemas de seguridad pasiva en los vehículos y a continuación hablaremos sobre otra medida de seguridad que nos ofrecen hace ya muchos años y pocas personas conocen sobre su utilidad.

Esta banda que rodea el cristal está hecha con pintura cerámica horneada, que una vez puesta, es casi imposible eliminarla. Esta banda de una hilera de puntos se la conoce como “frit band” o solo “frit”.

La frit band cumple tres propósitos fundamentales para nuestro vehículo.

Posiblemente la más importante es la de proteger al adhesivo de uretano aislante que hay debajo de los rayos ultravioleta. Este no solo impide que ingrese agua al vehículo por las juntas del cristal, también provoca que nuestro parabrisas este siempre en su sitio. Las altas temperaturas que provoca el sol puede hacer que el adhesivo se desgaste al punto que nuestro cristal podría salir volando en cualquier momento, sea por un bache o simplemente conduciendo.

Además, esta banda genera una superficie rugosa para que el adhesivo se una mejor para su correcto funcionamiento.

Y por último, como todos lo debemos pensar, cumple una función estética para ocultar este pegamento a simple vista.

Cuando comenzaron a salir los primeros automóviles, se usaban juntas metálicas a medida para sellar los cristales. Se les aplicaba un cromado para que el parabrisas no vibrara. No mucho tiempo después, por los años 50, esta medida dejo de ser utilizada para dar paso a los adhesivos que poseemos en la actualidad.

Se utilizó la forma de banda de puntos por que estos, en un horno a temperaturas muy altas, se doblan y adaptan a la curvatura del cristal. La pintura cerámica se calienta mucho más rápido que el cristal normal disminuyendo la distorsión del mismo para que no se deforme el parabrisas y cause un efecto de lente.